domingo, 8 de agosto de 2010

RESUMEN DE PSICOANALISIS

RESUMEN DE PSICOANALISIS


     Freud planteaba dos mundos diferentes dentro de la personalidad de cada individuo: lo consciente y lo inconsciente. Diferentes tipos de leyes determinan lo que ocurre en esos dos mundos. Lo inconsciente opera de acuerdo con lo que Freud denominó proceso primario (Instintos) (necesidades primarias en Maslow); lo consciente de acuerdo con el proceso secundario, es decir, la lógica de la realidad, contrario al Inconsciente donde los mecanismos que pueden observarse en los sueños caracterizan la acción del proceso primario. Algunos de esos mecanismos son la condensación de varios pensamientos en un único símbolo, el desplazamiento de un impulso o afecto de un símbolo a otro, la característica atemporal de los sueños la conversión de un impulso en su opuesto; etcétera. La ilogicidad del sueño es una característica de todo el proceso primario. Una parte de la energía para el aparato mental se denomina libido; su fuente está en las tensiones biológicas, de las cuales la más importante para la economía mental es ciertamente la sexual. La mayor parte de la energía sexual deriva de las zonas erógenas, áreas corporales especialmente sensibles a la estimulación. El Ello (Id) es el principal reservorio de esta energía, y siendo inconsciente, opera de acuerdo con el proceso primario. Los diversos instintos que residen en el Ello presionan hacia la descarga de su energía libidinal. Cada instinto, por lo tanto, tiene una fuente en los impulsos biológicos, una finalidad de descargarse en alguna actividad, y un objeto que le serviría para facilitar la descarga de ese impulso o tensión.

        El Ello opera de acuerdo con el principio del placer. En general, lo placentero se define por la eliminación de la tensión, aunque no siempre resulta claro si lo que produce placer es la eliminación de toda tensión o el mantenimiento de un nivel de tensión constante. El abandono de un nivel bajo de tensión, o cualquier elevación de la tensión, resulta no-placentero. Debe recordarse que el Ello opera sólo de acuerdo con el principio de placer; por ejemplo, no distingue entre la satisfacción alucinatoria de una necesidad alimentaría, y su satisfacción real. Sin embargo, la tensión no se reduce sino a través de un contacto con objetos realmente adecuados. En función de esto último se desarrolla otra estructura psíquica que complementa al Ello. Se la denomina el Yo (Consciente) el cual opera de acuerdo con las leyes del proceso secundario y, por estar en contacto con la realidad, de acuerdo con el principio de realidad; es decir, se trata de un agente evaluador que selecciona inteligentemente la línea de conducta que reduce el dolor al mínimo, mientras permite un placer máximo. El Yo sigue estando al servicio del placer a través del principio de realidad, pero a veces lo pospone por un tiempo, dejando de lado la gratificación directa de las necesidades para que después la gratificación general sea mayor

      Como resultado del contacto con las realidades culturales, fundamentalmente provienen de los padres, se desarrolla un tercer agente mental; El Super-Yo (Super- Ego) el cual funciona como supresor de la actividad placentera, al igual que en algún momento lo hicieron los agentes externos. Tiene dos subsistemas, una conciencia moral que castiga y un ideal del yo que premia la conducta. La conciencia moral induce sentimientos de culpa, el ideal del yo, sentimientos de orgullo. El Súper Yo es distinto del Yo (que sirve al principio del placer y solamente pospone la gratificación), ya que intenta detener por completo ciertas actividades placenteras. La actividad del Súper Yo es en gran parte inconsciente, por eso también se le denomina Sub-consciente y por lo tanto sigue mas las leyes del proceso primario.

      Freud llegó a concluir que los instintos activos en el aparato psíquico podían dividirse en dos grupos: los Instintos de vida y los Instintos de muerte o destructivos ya que su finalidad es la muerte del individuo. Freud consideraba que los instintos son conservadores; es decir, siempre procuran un regreso a un estado anterior, así se explicaba la compulsión de repetición que se manifiesta en algunas conductas. Como la materia viviente proviene de la materia muerta, el estado previo es en última instancia un estado de completa quietud, de muerte. Los instintos de muerte buscan la desintegración del individuo, mientras que los instintos de vida tienden a una continua integración. El instinto de muerte es dentro de la teoría de Freud lo que menos aceptan otros pensadores; muchos artículos aparecidos en publicaciones analíticas son desfavorables esta concepción freudiana. Ernest Jones (1953, 1955, 1957) uno de sus discípulos, planteó en su defensa que el instintos de vida y de muerte ofrecían a Freud la ventaja de una polaridad, un par de elementos opuestos y en conflicto y señala la afición de Freud por el modo dualista de pensamiento, con preferencia a las concepciones monistas o pluralistas. Freud llamó libido a la energía puesta al servicio de los instintos de vida, no propuso ningún nombre especial para la energía que activa los instintos de muerte. A medida que el individuo desarrolla su Yo, la energía psíquica disponible va quedando cada vez más bajo el dominio del Yo, abandonando al Ello que originalmente la dirige. El Yo liga la energía a las representaciones psíquicas de los objetos externos; a esa ligazón se le llama Catexía (http://www.e-torredebabel.com/Psicologia/Vocabulario/Catexias.htm ). El tipo de objeto caracterizado depende del instinto que tenga energía disponible; la distribución de la energía en los instintos es flexible. En la versión original de la teoría analítica, se suponía que la distribución se modificaba gradualmente, de modo que cada vez había más energía disponible para los instintos de auto conservación del Yo, y menos para los instintos sexuales del ello. Según esta versión, el conflicto básico se daba entre instintos de auto conservación e instintos sexuales más que entre instintos de vida e instintos de muerte.

      En el curso del desarrollo de un individuo, hay una etapa en que gran parte de la energía denominada Libido caracteriza al progenitor del sexo opuesto; en el caso del varón, esto lleva al desarrollo del Complejo de el Edipo, como lo describe el mito, el niño ama a su madre. y también siente celos y resentimientos hacia su rival, el padre. (http://es.wikipedia.org/wiki/Complejo_de_Edipo). Sus sentimientos sexuales se orientan hacia su madre, pero la expresión directa de los impulsos incestuosos está bloqueada por el Súper-Yo En esa etapa los impulsos hacía la madre se reprimen en el subconsciente, con tanta fuerza que todos los impulsos sexuales entran en un periodo de latencia. Se manifiestan nuevamente en la pubertad, cuando el aumento de las tensiones sexuales es suficiente para trastocar la economía psíquica y permitir que los impulsos superen algunas veces las fuerzas represivas. Freud veía en el conflicto edípico (http://www.mitareanet.com/colaboraciones/ediporey.htm) una contribución fundamental del psicoanálisis; uno de los presupuestos necesarios para su aceptación es que, la sexualidad se desarrolla realmente en periodos muy tempranos de la vida del niño, es decir, que es un ser “sexuado” incluso antes de nacer.

         La mayoría de los postulados del psicoanálisis fueron establecidos en una época donde no existía nada de lo que hoy corrobora muchas de sus teorías aun cuando muchas de sus ideas han sido cuestionadas, con el tiempo muchos teóricos han aceptados algunos principios generales. 1) La vida psíquica está determinada. 2) El inconsciente desempeña un papel predominante en la determinación de la conducta del hombre (por oposición a la creencia anterior de que el hombre seguida patrones de determinación racionales).3) Los conceptos explicativos más importantes son motivacionales (es decir, dinámicos). Muchas manifestaciones conductuales diferentes se pueden explicar por un único concepto motivacional subyacente; se pone el énfasis en la intencionalidad de la acción, más que en las conexiones mecánicas del tipo E---- R. aun cuando hoy en día neo-psicoanalistas han relacionado muy bien las teorías de aprendizaje, por ejemplo, el principio del placer en Freud es análogo al del Refuerzo en el aprendizaje. (Lázarus, Richard, 1961). 4) La historia del organismo es de extrema importancia en la determinación de la conducta contemporánea.

    Además de estos cuatro postulados primarios, los analistas más ortodoxos aceptan por lo general varios otros; 1) El impulso básico es sexual y tiene sus bases en la biología del organismo. 2) Esta energía biológica primordial se manifiesta en los diversos instintos. 3) Hay un conflicto básico entre los instintos de vida y de muerte (hemos visto ya que este es uno de los postulados menos aceptados, aun cuando Erich Fromm lo ha desarrollado acertadamente) 4) Para explicar la actividad inconsciente es necesario un modelo estructural, topográfico: las estructuras generalmente aceptadas son el Ello, el Yo y el Súper según Freud. 5) Las relaciones entre el niño y sus padres explican las neurosis. 6) El individuo atraviesa diversas etapas de desarrollo libidinal: oral, anal, fálica. de latencia y genital. 7) El individuo se defiende del daño psicológico mediante el empleo de los mecanismos de defensa que controla el Yo. 8) Por último, los sueños, los “lapsus linguae” o equivocaciones de palabras, los chistes y los diversos errores, tienen un significado simbólico que se relaciona con contenidos sexuales reprimidos. Aunque hemos incluido estos supuestos bajo la denominación de postulados, no debe interpretarse esto literalmente. Freud era un pensador inductivo, por lo menos en su concepción del proceso. No se veía a sí mismo formulando postulados, sino simplemente informando o resumiendo los resultados de sus observaciones en cada uno de sus pacientes. Su reacción ante la declaración de Janet, de que el inconsciente era una manera de hablar, muestra que a Freud no le agradaba que sus conceptos fueran clasificados como postulados. La conducta de muchos de sus seguidores indica que también ellos piensan así. Esto no es necesariamente una crítica efectiva, porque no interesa como se consideren los conceptos siempre que estos desempeñen un papel útil en la teoría.